¡Productividad! esa palabra que llena la boca de los políticos, de los analistas (sean de tecnología o economía), de los sindicatos y la patronal… omnipresente en todos los máster, cursos, talleres y reuniones de empresarios. La panacea universal, que todos persiguen y pocos alcanzan. Todos andan buscando la forma de ser más productivos: los autónomos (para volver antes con la familia), los empleados (para lo mismo, en teoría), las empresas (para reducir costes y ser más competitivos, otra palabra mágica), los políticos (para que las multinacionales no se vayan a otros países, la temida deslocalización)…
Todos la buscan y resulta que ahora voy yo y digo que comprando dos monitores de 24 pulgadas, con un coste total de menos de 400€, puedes incrementar tu productividad de forma INMEDIATA. Sí, así de fácil.



Hace unos meses escribí
Aunque no soy aficionado a la arquitectura hace unos días leía en una revista un reportaje muy interesante sobre
A la hora de escoger un programa informático, que supondré que es de gestión documental ya que estoy escribiendo en este blog y no en otro, no me canso de repetir que lo importante no son las «carácterísticas técnicas», la «lista de funcionalidades». Lo importante es «la experiencia del usuario». En otras palabras, que hay que probarlo, de verdad, ver cómo funciona, cuánto tiempo me cuesta introducir nuevos documentos. También cuánto tiempo necesito para manejarlo con soltura (sobre todo si en la empresa lo van a usar docenas de personas). 


