Como aprovechar un viaje a Londres para aprender a diseñar mejores programas
No utilizo el metro con frecuencia. Tengo la suerte de vivir en una ciudad pequeña en la que las distancias son cortas y pasear es todavía una opción para ir a los diferentes lugares a los que tengo que desplazarme. Además, ni siquiera tenemos metro.
Ocasionalmente viajo a Madrid y allí sí suelo utilizar el metro, uno de los más grandes y modernos del mundo (salvando las macrociudades asiáticas) y, para mí, uno de los más sencillos de utilizar. Claro que ayuda el que haya vivido 7 años en la ciudad y esté familiarizado con las calles y los barrios.
Ayer volví de pasar unos días en Londres. Perdí la cuenta de las veces que cogí el metro (el «travelcard» diario es un chollo para recorrer la ciudad por poco dinero). Creo que con el de Nueva York es uno de los más grandes y complejos del mundo, aunque acabé manejándeme bastante bien, después de mil consultas al mapa, pero confieso que las primeras veces que lo cogí lo hice con una gran inseguridad del lugar al que me llevaría el vagón al que me subía.
Después de casi 30 años desarrollando software, no pude dejar de ver el paralelismo en el diseño de un interfaz para un programa informático y el diseño del sistema de transportes, incluyendo por supuesto los mapas. Especialmente interesante es la comparación entre el diseño del metro londinense y el madrileño. Es realmente curioso como dos sistemas tan similares recurren a soluciones tan diferentes. Y me pareció que esta dualidad responde muy bien a una pregunta inevitable al desarrollar la interfaz de un nuevo programa informático.
¿Qué es más importante? ¿Que sea sencillo de aprender a usar o potente y funcional? (más…)