Hace unas semanas escribí sobre el software libre, concretamente sobre los falsos argumentos de algunos «vendedores» que convierten el coste de la licencia (en este caso el hecho de ser gratuita) en una ventaja decisiva de estos programas frente a los «comerciales», sin tener en cuenta otras consideraciones mucho más importantes como pueden ser la facilidad de uso, la robustez y escalabilidad de la aplicación, el soporte «posventa», etc…
Creo que no te sorprenderá saber que ese es el post con más comentarios de todo mi blog. Está claro que los «forofos» del software libre son usuarios habituales de Internet y los blogs. Si hubiera criticado el proceso de fabricación de los botijos de arcilla en los pueblos granadinos, seguramente nadie habría cuestionado mis palabras, porque pocos expertos en botijos las habrían leído. Pero criticar al software libre en «la Red» tiene premio seguro, en forma de contestaciones, bastante educadas, pero discrepantes con mis argumentos.
Pero lo más sorprendente es que la mayoría de los comentarios yerran el tiro. No por lo que dicen, sino porque no se centran en mi crítica. No sé si se debe a que lo leen demasiado rápido o a que yo no me he explicado bien. O quizás es que están tan acostumbrados a determinados argumentos usados habitualmente para criticar al software libre que no entendieron los mios, que iban en otra dirección.
El caso es que he decidido que todos estos comentarios se merecen una respuesta y voy, ahora sí, a dejar clara cual es mi opinión sobre el software libre, o gratuito, o propietario, o de código abierto… o como quieras llamarlo. Sí, ya sé que no es lo mismo, pero si no eres un experto, se le parece. Porque no es mi objetivo aquí analizar las diferentes variantes, sino ponerme en el lugar de un cliente típico que quiere instalar un programa de gestión documental y que se enfrente a la difícil tesitura de elegir entre la abundante oferta del mercado.
Y ojo que un «cliente típico» es un abogado, un gestor, un pequeño ayuntamiento (o grande), una clínica o el departamento de administración de una Universidad. ¡No es un estudiante de ingeniería informática! Un «cliente típico» es una PYME que no tiene ni idea de que es Ubuntu, Oracle, SQL Server, ni Linux. No sabe qué diferencias hay entre software libre y open source y solo quiere resolver «su» problema que es gestionar unas decenas de miles de documentos, en papel y en formato electrónico, de una forma eficiente, ágil y segura.
Y, por fin, llegamos al momento interesante: comparar ambas soluciones. ¿Sofware libre (como Alfresco, p.ej.) o software propietario (como ArchivaTech, p.ej.)?
Hagamos una pequeña lista de pros y contras. A ver quién gana.
1.- Coste
Como todo el mundo sabe, o debería, el precio o coste total de adquisición de un programa no se limita al coste de la licencia. Hay que añadir el coste de la instalación, desplazamiento y dietas de los técnicos, formación de los usuarios, soporte técnico posterior y, habitualmente, mantenimiento evolutivo para incorporar pequeños cambios o adaptar el programa al uso que le da el cliente.
El argumento de que no hay que pagar licencias por el uso de los programas de software libre o abierto se viene abajo rápidamente porque no es la parte más importante del coste total. No volveré sobre este asunto porque ya lo comenté ampliamente en mi otro post y creo que todos los comentarios estaban de acuerdo: el que el software sea «libre» no significa que la empresa que lo instale y forme al personal lo haga gratuitamente. Los «servicios» asociados a la implantación y el uso se cobran. Además, hay programas propietarios, como el nuestro, que se ofrecen en modo de «pago por uso» similar a un alquiler.
En definitiva, y creo que estamos todos de acuerdo, EL PRECIO (de la licencia) NO ES RELEVANTE.
2.- Instalación, formación y mantenimiento.
Aunque a algunos informáticos les extrañe (me consta) los clientes habituales de estos programas no tienen ningún interés en instalarlos ellos mismos. Y mucho menos de resolver los problemas que les surjan consultando los foros de Internet. Un abogado sabe de leyes, un gestor maneja la contabilidad y facturas de sus clientes y un secretario de ayuntamiento gestiona proyectos y licencias… y ninguno de ellos se plantea pasarse una mañana recorriendo los ordenadores de sus oficinas instalando, configurando y adaptando un programa que quieren usar profesionalmente. Para eso contratan los servicios de una empresa, a la que pagan y a la que le exigen resultados. Y en este momento da igual que el software sea libre o o no. Hay que instalarlo y, para ello, hay que conocerlo bien. ¿Quién conoce mejor un programa? El que lo ha hecho. Por muy bien que estudies Alfresco, u otro similar, si tienes en tu empresa al programador que ha desarrollado el programa tienes el mejor soporte posible. Si surge un problema, tienes a quién acudir, nada menos que al que sabe más del tema ¡de todo el mundo!.
Cuando el motor del coche hace un ruido extraño, lo llevo al concesionario oficial. Y espero, y les exijo, que conozcan «su» coche.
Creo que no hay duda alguna que los creadores del software son la mejor opción.
3.- Mantenimiento evolutivo.
O, en otras palabras, la realización de pequeños cambios para adaptar mejor el programa al uso que el cliente espera de él.
Este es uno de los argumentos que siempre me hace esbozar una sonrisa. Siempre que sale este tema en mis conversaciones con los «fans» del software libre me dicen lo mismo: «lo bueno del software de código abierto es que tú mismo puedes retocar el código». ¡Es que me da la risa!, de verdad. ¿Que un abogado, o gestor o secretario de ayuntamiento va a retocar el código? ¿En C+, Java, Ajax…? ¿Estáis locos? Es absurdo, ridículo.
Es igual que cuando se te para el coche en una carretera, te bajas y abres el capó. Solo te falta el destornillador en la mano y ¡hala! a retocar los inyectores, la presión de los frenos o la sonda de temperatura del catalizador. ¡Ja! Lo que haces es llamar a la grúa.
Realmente es chocante como muchos programadores pierden un tanto el norte y ven a todos como iguales. Se creen que la gente hace con los ordenadores lo que ellos: que los entienden. Que saben cómo y porqué funcionan.
¡Los usuarios de los programas «empresariales» no tienen ni idea de «tocar el código»! Igual que yo no tengo ni idea de la presión de admisión del motor de mi coche.
Si una gestoría monta un programa y necesita alguna funcionalidad «extra», se la pedirá a la empresa que se lo instala y, sin duda, nadie mejor que el fabricante de ese programa, el creador, el que lo ha escrito de la primera línea a la última, nadie mejor que él para cambiarlo. Por mucho que sepas de Alfresco, no lo conocerás como si lo hubieras hecho tú. Y si tú lo conoces bien, porque eres un buen profesional, habrá 20 instaladores que no son tan buenos como tú y que no pueden ni deben «tocarlo» porque lo que van a hacer es «romperlo».
2 a 0 para el software propietario, a falta de ver los comentarios (esto de ser juez y parte no es muy justo, pero de momento es un post unidireccional).
4.- «La Comunidad».
Escrito así, entre comillas, porque es uno de esos «entes» más o menos fantásticos que rodean el esotérico mundo del software «open source» o de fuentes abiertas, o compartidas (insisto en que no pretendo ser preciso en la terminología porque necesitaría 20 folios más, aunque alguno ya me corregirá y aprenderemos de él).
El «gran» argumento de los defensores del software no-propietario es que hay una «comunidad» mundial de desarrolladores que mejoran, amplían, adaptan estos programas por un «bien común», de forma altruista y desinteresada. Aunque lo parezca, no estoy siendo totalmente sarcástico. De hecho, puedo admitir que exista algo así. Conozco muchos estudiantes que encajan en este perfil… mientras son estudiantes. Su tiempo libre no cuesta dinero y si estudian programación o algo similar, trastear con el Linux no deja de ser como hacer unas prácticas.
Pero este trabajo «colaborativo» tiene su atractivo en proyectos «grandes», como el propio Linux. O el desarrollo de la Web Semántica, o tareas de este estilo.
Pero ¿hay una comunidad que desarrolle un programa de contabilidad gratuito en sus ratos libres? ¿o un CRM? No parece muy excitante.
Y aunque así lo fuera, me gusta más la otra opción: la empresa que ha desarrollado un programa que tiene cierto éxito ve interesante, desde el punto de vista comercial, mejorarlo y ampliarlo. Le va en ello la supervivencia. Si lo hace bien, ganará más clientes, fidelizará a los que tiene, facturará más. Es una buena motivación. Honesta y clara. Y los clientes le pagarán por esas mejoras, y le exigirán que funcionen y que incorpore otras.
La otra opción, esperar a que «la comunidad» mejore el programa que me he descargado gratis de Internet… lo veo bastante arriesgado.
Para mí, parte interesada y muy subjetivo, esto es un 3 a 0 🙂
5.- Los riesgos del monolio.
Este es otro argumento muy utilizado por los defensores del software de fuentes públicas: si instalas el programa de una empresa estás en sus manos. Dependes de ellos y te pueden apretar las tuercas cuando quieran. Es un argumento válido para defender que hay alternativas al Windows, que Google no tenga el 95% de cuota de mercado… que grandes multinacionales no tengan tanto poder porque se han convertido, de hecho, en un monopolio. Pero no tiene ningún sentido si lo aplicas a pequeñas aplicaciones empresariales. En España debe haber no menos de 50 programas de gestión documental desarrollado por pequeñas empresas. La mayoría de ellos muy malos y limitados a un ámbito local. Pero, desde luego, no hay problema alguno para elegir. Y todos los sabemos. Los fabricantes de software y los compradores, los usuarios. Para los «vendedores» cada cliente vale mucho y está dispuesto a satisfacer todas sus necesidades, adaptarse, hacerles ofertas… es todo lo contrario al monopolio. Las pequeñas empresas que instalan sus programas miman a sus clientes y hacen todo tipo de esfuerzos por mantenerlos. Y los clientes tienen siempre la opción de cambiar a otra empresa. La oferta y la demanda funciona bien y si instalas software libre lo único que haces es cambiar de proveedor, pero la situación de dependencia es la misma. En un caso puedes cambiar de programa, en el otro de instalador.
No creo que exista este riesgo y, por tanto, no lo considero un argumento. Seguimos 3 a 0.
6.- Funcionalidades. El Producto.
Me dejo para el final el punto más importante: ¿Cual es el mejor programa para mí? ¿Cual resuelve mis problemas mejor? Esta es la verdadera pregunta, este debe ser el argumento principal, el de más peso, al decidir qué software instalar. Y el hecho de que sea software libre, creado por una comunidad mundial, o lo hayan desarrollado en la empresa de la esquina es irrelevante. No es mejor ni peor por eso. Aunque puestos a elegir, como usuario me gusta conocer a mis proveedores, poder hablar con ellos y pedirles que me hagan un ajuste, un pequeño cambio, un nuevo módulo.
Y como empresa proveedora, cada cliente me importa mucho y sé que hay que cuidarlo y tratarlo bien, así que intento hacer lo que me pide. Y sé muy bien que si nuestros software no es atractivo, cómodo de usar y práctico, comprará otro. La ley de la oferta y la demanda funciona muy bien aquí. No hay más que ver las aplicaciones de la App Store de Apple: 300.000 programas, a cual más atractivo, y todas las empresas intentando llamar la atención para que compres el suyo.
No lo puntúo, pero pienso que aquí también gana el software propietario.
En fin, me he alargado en exceso y seguro, seguro, me he dejado bastantes argumentos sin tratar, pero me arriesgo a dejarlo ya de momento. Espero tus comentarios, a favor o en contra. La experiencia es que casi todos son en contra pero, al menos hasta ahora, todos han sido educados y correctos, por lo que no me asusta seguir recibiéndolos.
Quizás como ocurre mucha gente confunde libre con gratuito, por la traducción de FREE.
Disponer de los códigos fuente es una ventaja para futuras ampliaciones, modificaciones, que con el propietario eso no se da, si desaparece el fabricante, te quedas pillado, con el libre esa caso no se da pues dispones del código fuente.
Ese argumento lo he usado en alguna ocasión, pero refiriéndome a los datos. Por eso usamos siempre BBDD conocidas y las claves, por supuesto, se las queda el cliente.
En cuanto al código fuente, un abogado con unos fuentes en Delphi puede hacer lo mismo que Sebastian Vetel delante de su coche averiado: nada.
En primer lugar decir que no soy defensor del software libre, sobre todo puesto que yo también me dedico a desarrollar software para pymes y también me fastidia mucho los que te saltan con que todo debe estar hecho con fuentes abiertas y te pago por la instalación, mantenimiento y modificaciones o añadidos para uso concreto.
Yo además de desarrollar software, digamos privativo, también adapto software libre, y he de decir que por lo tanto estoy en el medio.
Para mí en el software libre hay dos modelos, el desinteresado, por ejemplo el Kernel de Linux, y los interesados, por ejemplo SugarCRM, que es un CRM en PHP muy bueno.
Los desinteresados son desarrollados en su mayoría por estudiantes, entusiastas y algún departamento de Universidad que quieren dejar su legado al mundo.
Los interesados son empresas que ha puesto su versión para que el público se las pruebe, a cambio les llaman versión libre, además así la gente les va a haciendo esos módulos que ellos no gastarían ni un minuto de tiempo, y como en mucho de los casos son GNU, debes de publicar el código, para ello montan webs donde puedes publicar tu código y así creerte que eres alguien. Luego tienen la otra fuente de ingresos, que suele ser la más jugosa, el soporte técnico, porque como bien dices, nada mejor que el fabricante para saber qué le pasa a tu software, aquí hay que decir que muchos instaladores se hacen partners, que no es más que pagas, para tener soportes para la gente a la que le vendes tu software, y te ponen tu logotipo en su web, y tu en la tuya. Esto también se aplica a empresas de tu competencia, como Alfresco y Nuxeo, y hay miles de casos más (Dokeos, RedHat, Ubuntu, Novel, …).
Mi experiencia en el trato con las pymes es que hay dos tipos de software, privativo, que cuesta dinero, y GRATIS (Freeware, Open Source, versión Lite). Las empresas no son tontas, y quieren el Gratis, pero cuando les dices que el gratis va a tener un soporte más caro, ya que hay que aprender a utilizarlo, aprender a mantenerlo, hacer pruebas de rendimiento, etc. En muchos casos suelen decir que mejor pagan un poco más al principio y luego prefieren ir pagando un poco menos, puesto que las empresas no compran a corto plazo, sino que alargo plazo y las empresas miran todas las inversiones, y la compra de software es una inversión, que por desgracia no es desgravable, que sería una buena medida antipiratería, que creo que es el gran cáncer de las empresas, ya que la piratería también es Software Gratis.
Gracias por tu comentario. Obviamente estoy de acuerdo en casi todo lo que dices. Y, como tú, también pienso que hay que aprovechar todas las oportunidades y limitarse a un modelo si hay otras opciones válidas en algunos casos.
Hola Fernando, el post anti-software libre de los lunes, no ?
Pero si tu tocayo Alonso ha ganado en Corea, porqué tanto odio hacia el Software Libre? Ay señor…
Voy a intentar ser breve porque me pillas en semana de estress.
Sobre los 6 puntos:
1) El coste de la licencia SI es relevante. La solución WINDOWS SERVER + ORACLE es sustituible 100% a nivel servidor por alternativas libres y gratuitas . (Todo lo libre que pueda ser conteniendo la palabra Oracle en la frase, ya me entiendes.) Por tanto, existe una alternativa que no afecta al resultado final de tu producto y haría más ‘competitivo’ el mismo al obviamente reducir tus costes. Podrías ganar más, o simplemente vender más barato. Algo que siempre quedará a la elección del Empresario.
2) La instalación y soporte de aplicaciones no privativas se hace por empresas normalmente certificadas que de igual manera que un desarrollador de software privativo tienen una experiencia y conocimientos acreditados por el desarrollador/creador principal del software. En éste caso el problema viene cuando esos conocimientos acreditados se hacen con carne de Becario mal pagado y a veces a ritmos forzados los cuales no revierten en capital humano cualificado para la empresa instaladora.
3) Un software no privativo tiene la ventaja de que no está ligado a una empresa para su desarrollo puesto que su código está a libre disposición. Las mejoras, implementaciones o pequeñas modificaciones como tú las llamas entran dentro del mercado de la oferta y la demanda. Es decir, se venden al mejor postor, si esto no revierte en beneficios para la empresa que utiliza el software que venga Dios y lo vea. Utilizando el mismo símil de los coches que vienes esgrimiendo en el post, actualmente existe un número muy alto de empresas que cambian las lunas por precios cada vez más irrisorios. Crees que con tanta oferta de empresas que hacen ésto, todo el mundo lleva al concesionario oficial su coche para cambiar una luna? Me da a mi que no.
4) Negativo. Hay comunidades de desarrolladores locales en Granada, de forma altruista como tú dices, y que desarrollan software tan variopinto como no puedes imaginar. Ahí está la OSLGR y sus concursos de software libre. También imagino que conocerás el software SugarCRM o software de gestión de Centralitas Voip como ASTERISK que tiene una comunidad de desarrolladores y ayudantes altruistas que mete miedo. Listas de correo con tráfico bestial. Foros, etc… La comunidad existe. No es tangible, es decir, no la podemos meter en un despacho y verla teclear al unísono de 8 a 3, pero está ahí. Que toda la comunidad agregue una característica al software que utilizas y que solamente tú requieres puede ser, sin duda, una odisea. Pero que hay comunidades que agregan funcionalidades y características al software al ritmo que van surgiendo las mismas, también. Sino siempre te queda la opción de pagar por ello, de la misma forma que el software privativo.
5) El monopolio lo vemos en empresas grandes, dicho riesgo en empresas pequeñas existe en menor forma. Pero existe. No hace demasiado tiempo que salió a la luz un caso de una empresa que metía pequeñas bombas lógicas en su software para generar incidencias a reparar por su SAT, pagando claro. El problema de éstas prácticas es que no es un hecho aislado.
6) En eso llevas razón, para cada cuerpo hay un traje, nadie debe obligar a nadie a que nos guste más un traje hecho a medida por un modisto, o uno mas generalista que nos puede arreglar cualquier costurera. Nos olvidamos a veces que lo que compramos es tela mejor o peor confeccionada. Y que lo queremos para vestir.
A veces no entiendo muy bien los ataques al Software Libre de empresas que realmente tienen tan clara su posición de ventaja sobre otros modelos de negocio. Realmente, hay nicho de negocio para ambos modelos, incluso para más actores dentro del mismo mercado.
La única forma de consensuar una posición común es colaborar en que el producto final sea más satisfactorio para el cliente. Y creo que ahí tanto Privativos como Libres tenemos mucho en lo que trabajar (juntos). No se trata de ser radicales y fundamentalistas de una posición u otra.
Si bien a veces se puede mal interpretar tanta animadversión hacia un producto o filosofía de negocio como un miedo escénico a la competencia. Evidentemente no sé si es el caso pero puedo asegurarte que sucede a veces tanto en el desarrollo de software, como en la rama de los sistemas donde yo me muevo algo más.
Y nada quiero cerrar el comentario ya, que me estoy pasando de extensión, como siempre que me tocas la fibra Sensible/Libre los lunes por la mañana.
Un saludo y buen día 😉
Javier
Gracias por tu comentario. Menos mal que estás liado porque si no te sale más largo que mi post, que ya lo es.
En cuanto al punto 1, sigo pensando que es irrelevante. Un ejemplo real: licencia, 3000. Oracle, 350. Windows 2008 Server foundatio, 250. Mantenimiento anual, 500. Instalación y formación: 350. Esos son mis precios.
Misma oferta de la competencia en Linux: Licencia, 0. My SQL, 0. Linux, 0. Mantenimiento anual, 14.000.
Y algunos cobran más incluso.
En cuanto a la formación, vale que algunas empresas de software libre se lo sepan. Pero lo que es seguro es que a la empresa fabricante del software le puedes exigir que lo sepa y tendrá quien se lo sepa. ¡Lo han hecho ellos!
El punto 3 y las lunas, me vale para eso, para las lunas. O las pastillas de freno. Pero si hay que hacer algo complicado al coche, seguro que lo llevas al servicio oficial. Y vuelvo a lo de «exigir»: al fabricante le pides explicaciones por «su» producto que no puedes exigir, al mismo nivel, a un tercero.
Por no ser pesado, creo que podemos resumir el resto de puntos y reconocer que estamos más o menos de acuerdo.
No tengo especial manía al software libre; creo que hay hueco para todos. Lo que me molesta son las «verdades absolutas» que algunos esgrimen para descalificar a los demás.
Vamos al punto 6, vamos a comparar funcionalidades y «experiencia de usuario», las cosas que importan de verdad.
Gracias por tu comentario. Cuando quieras nos vemos otra vez.
Bien por canonigo.
Ahora algo sobre el punto 3 ya que estoy harto de los que gritan «…como si todo el mundo fuera capaz de modificar el código fuente…»
Nadie dice que lo hagas tú. Puedes recurrir a quien lo sepas y no quedar atado a que el desarrollador se digne en incorporar las mejoras que necesitas. Anda, díle a Microsoft que incorpore mejoras que necesitas y espera sentado.
Un argumento como el tuyo fácilmente lleva a «¿para qué los medicamentos tienen en la caja listada las drogas que lo componen? …¡como si todos fuéramos farmacéuticos para entenderlo!»
O también: «¿para qué los alimentos detallan en sus cajas sus propiedades alimenticias? ¡como si todos fuésemos nutricionistas o ingenieros en alimentos o médicos para entenderlas!»
Como verás, si quedas en ridículo con tales afirmaciones también lo quedas cuando dices «¿para qué contar con el código fuente?».
Simple: hemos de saber qué es lo que estamos comprando. Para poder entenderlo por nuestros propios medios o recurriendo a quien pueda explicárnoslo. Y, en el caso del software, también modificarlo.
Saludos.
Solamente quiero opinar sobre algunas frases que me han llamado la atención. La lucha contra el software libre no tiene sentido, al menos tan poco sentido como la lucha contra el software privativo. Totalmente de acuerdo en que al cliente le da igual porque pide asesoramiento y soluciones; pero técnicamente el cliente también quiere rendimiento, funcionalidad, seguridad, estabilidad y coste, a menudo no por este orden. En todos estos puntos, tiene potencial y experiencia el software libre. El coste de las licencias como comenta Javier sí es relevante. El ejemplo que expone a mí también me sirve. Añado que las pantallas de error de Windows son la peor pesadilla de un Sysadmin.
En el post comentas “Creo que no hay duda alguna que los creadores del software son la mejor opción. Por mucho que sepas de Alfresco, no lo conocerás como si lo hubieras hecho tú” Aquí levanto mi primer WARNING porque creo que no se pueden aplicar razonamientos del mercado de software privativo al mercado de software libre. El primero se basa en un desarrollo que cumple objetivos bajo secreto empresarial y el segundo precisamente en todo lo contrario. Doy fe de que la gran parte de modelos de negocio de FLOSS basan su crecimiento en las aportaciones y mejoras de los distribuidores que catalizan las demandas de los usuarios o directamente desarrollan sobre el producto y mandan las mejoras al proveedor de software. Las empresas y/o comunidades FLOSS son organizaciones en red capaces de interactuar con un tejido de actores y colaboradores y colaborar conjuntamente en una iniciativa que posee precedentes históricos. Suponen un ejemplo claro de innovación abierta (Open Innovation) y fomentan el desarrollo de la empresa local al menos al mismo nivel que lo hacen las empresas de software privativo. Creo que está bien considerarse empresa de software libre o empresa de software privativo; pero mejor aún es considerarse empresa de ingeniería de software (sin más etiqueta). De hecho se ha demostrado que el crecimiento y éxito empresarial está en conjugar ambos modelos optando por la mejor solución para el cliente (sea libre o privativa). Es lo que yo hago. Sin embargo respeto, valoro y reconozco el esfuerzo que las empresas de software libre (en exclusiva) realizan para mantener la dinámica de colaboración y comunidad de la que hablo. Son apóstoles contra lo impuesto y esto debe reconocerse con independencia de opciones.
Sigues comentando “lo bueno del software de código abierto es que tú mismo puedes retocar el código”. ¡Es que me da la risa!, de verdad. ¿Que un abogado, o gestor o secretario de ayuntamiento va a retocar el código? ¿En C+, Java, Ajax…? ¿Estáis locos? Es absurdo, ridículo.” Bueno, evidentemente no creo que un cliente deba saber cómo retocar un código pero sí debe saber cómo solucionar la problemática de su empresa sin limitar sus opciones de futuro, que tal vez (nadie sabe) pasen por contratar a otra empresa o proveedor de aplicaciones. El software libre no es idealista y no es para programadores; la cosa ha cambiado mucho en estos últimos años y la penetración en entornos de escritorio ha sido clave. Lo que es para programadores es la ingeniería de ese software y como empresario debes velar por tu independencia como cliente en equilibrio con la seguridad y robustez de las implantaciones que realices. En este sentido, NO, el software privativo no es más robusto; será más robusta tal y cual aplicación respecto a tal y cual otra, pero no se pueden realizar afirmaciones taxativas sobre postulados generalistas. Es error harto frecuente en los fabricantes propietarios.
Por otro lado, comentas “El “gran” argumento de los defensores del software no-propietario es que hay una “comunidad” mundial de desarrolladores que mejoran, amplían, adaptan estos programas por un “bien común”, de forma altruista y desinteresada…” Bien, esta afirmación no es cierta. Los perfiles de desarrollador de software libre son muy heterogéneos, precisamente este modelo facilita la diversidad de intereses y objetivos. Te animo a consultar el material que prepararon Teo Romera y Jose Gato para desmentir esto en el máster en Software Libre de la Universidad Rey Juan Carlos: http://docencia.etsit.urjc.es/moodle/mod/resource/view.php?id=916 Tengo más datos sobre el tema porque he investigado ampliamente sobre esto, de modo que plantéame cualquier inquietud al respecto, Fernando.
Continúas en tu post “Pero ¿hay una comunidad que desarrolle un programa de contabilidad gratuito en sus ratos libres? ¿o un CRM? No parece muy excitante. (…) desde el punto de vista comercial, mejorarlo y ampliarlo. Le va en ello la supervivencia. Si lo hace bien, ganará más clientes, fidelizará a los que tiene, facturará más. Es una buena motivación. Honesta y clara. Y los clientes le pagarán por esas mejoras, y le exigirán que funcionen y que incorpore otras.
La otra opción, esperar a que “la comunidad” mejore el programa que me he descargado gratis de Internet… lo veo bastante arriesgado.” Bufffff, veo tendencioso este párrafo. Me refiero a que el software libre no es “me he descargado gratis de internet” ni espero a que la comunidad mejore. En muchos modelos de software libre, la comunidad posee un tejido de moderadores que atienden con agilidad al usuario y/o cliente. Sobre Alfresco, diré que tiende cada vez más a fomentar un modelo dual de negocio basado en la distinción entre usuarios y clientes favoreciendo las últimas funcionalidades punta (desarrollo a medida, valor añadido,…) en los clientes (enterprise) para incorporarlas a la versión de usuario (community) mucho más tarde. Es lícito y comprensible pero también hay muchas otras opciones. Nada que criticar por mi parte.
El riesgo de monopolio es real, por meritocracia en el software libre (Google, Apache, Red Hat,..) y por competitividad (no siempre ligada a un mejor producto) en software privativo (Oracle+Sun+Bea+aplicacionesOpen=Oracle hoy). Prefiero el primero. El monopolio también es una amenaza para el software privativo pequeño, esta vez la amenaza se ciñe a poder ser absorbido por una compañía mayor. Hay colecciones de ejemplos sobre ello… En el FLOSS la amenaza decrece porque apropiarse del código es imposible en la gran mayoría de casos. Oracle ha discontinuado la apuesta de Sun por Open Office y Open Solaris y en menos de un mes ya hay dos soluciones libres que continuarán por su cuenta y de forma autónoma el trabajo iniciado. “Las pequeñas empresas que instalan sus programas miman a sus clientes y hacen todo tipo de esfuerzos por mantenerlos. Y los clientes tienen siempre la opción de cambiar a otra empresa.” Respuesta: No.
Sobre la “App Store de Apple con 300.000 programas, a cual más atractivo, y todas las empresas intentando llamar la atención para que compres el suyo. Ley de oferta y la demanda” tengo que decir que el market de Android garantiza desarrollo distribuido y adaptado de soluciones a menudo gratuitas que me aportan mucho más valor.
Hablamos. Un saludo y gracias por un nuevo post.
Bueno, me quedo sin saber que decir. Contestar a todo con detalle es demasiado farragoso, al menos para hacerlo a estas horas y por este medio. Tendríamos que organizar una mesa redonda sobre software libre y hablar, que es mucho más dinámico y ágil. Por cierto, ¿te has dado cuenta de que en estas mesas redondas suelen ir exclusivamente personas a favor del SL? A ver si me llaman alguna vez a mi y me despacho a gusto 😉
Ahora en serio, gracias por tus comentarios. No estoy de acuerdo con algunos, pero creo que enriquecen mucho este post y, por tanto, el blog.
Estoy de acuerdo en que a una PYME no-informática le importa un bledo la libertad del software y poder tocarle las tripas a un programa.
Pero decir que el coste de licencia no importa… instala un ERP+Sql Server+Windows Server que te sale por un ojo de la cara SOLO EN LICENCIAS.
Y ahora vas y por seguridad lo balanceas -> te quedaste sin el otro ojo 🙂
¿Que lo quieres adaptar? Nada, nada, PAGA POR LA LICENCIA DE DESARROLLO o acepta las tarifas de una sola empresa. Se acabó la competencia y por tanto la negociación en precios.
Esto es lenguaje que la PYME entiende, libertades y frikerías aparte.
El que pueda hacer la mejor oferta, que levante la mano.
#vorpalina: Yo también tengo Android, la verdad es que el Market es lo peor que tiene Android, se han colado aplicaciones con Phishing, Virus, y aplicaciones que recopilan tus datos y tus hábitos de navegación…… Vale que es responsabilidad de la persona que instala, pero en la App Store no pasa, ya que hay más control, y por eso los desarrolladores que programa ahí quieren cobrar por su aplicación, puesto que las gratuitas (que no son Software Libre) viven de la publidad, que no pincha la gente, y el que compra, tiene la absoluta seguridad que la aplicación es segura, por eso no le importa pagar 1€. Pero esto no lo inventó Apple, los de Softonic llevan haciéndolo muchos años con los SMSs. Son modelos de negocio.
Los fans del software libre también decís que tienes las fuentes, cuando llevas el software libre a otra empresa, muchas te ponen mala cara, o te dicen que la versión que tienes está obsoleta, y si encima hiciste alguna modificación a ese software libre olvídate, ya que la mayoría de los informáticos nos negamos a modificar el código que no sea el nuestro.
Por último, de los que habéis puteado a Fernando, cuantos sois programadores, por curiosidad. Alguna vez habéis visto el código de Moodle, WordPress, SugarCRM, osCommerce, … (solo pongo los webs ya que son los que más dominio). Son un código muy chapucero, y que sino estás en la dinámica de trabajo de esos proyectos es muy difícil poder ponerse a programar sobre él. Al final te conviertes en un experto en un proyecto, pero cuantos clientes te piden una modificación, que es con lo que se gana dinero, según los fans del software libre.
Gracias por tu comentario Valde. Lo comparto plenamente. Salvo en lo de putearme. ¡Al lado de los malos ratos que pasas con algún cliente esto no es nada! Además yo me lo busco, en parte.
Es muy interesante el ejemplo de Apple. No soy maquero, pero sí aficionado al iPhone y al iPad, y hay que quitarse el sombrero con la AppStore. Muchos programadores están ganando mucho dinero, además de Apple, por supuesto.
Valde,
1.- Espero que no entiendas que «he puteado» a Fernando, de otro modo tenemos un problema de base sobre lo que ambos consideramos espacio abierto de debate.
2.-También espero que no me consideres «fan del software libre» sino una persona que aporta conocimiento y experiencia en esta tecnología. Sobre el hecho de que lleves el fuente a otra empresa y no se responsabilice de él, no he vivido ninguna situación parecida y lamento que hayas tenido esa experiencia.
3.- ” …ya que la mayoría de los informáticos nos negamos a modificar el código que no sea el nuestro” Qué mal rollo, una cosa es quejarse de la calidad de un código y otra es negarse a modificarlo. ¿Hasta qué punto merece la pena un programador que se niega a modificar un código?, ¿Tan malo es?. En todo caso chungo como actitud de trabajo. ¿Pero realmente aceptamos que un programador programa o no? Me refiero a que genera y modifica código…
4.- He visto código ECM opensource. Mi experiencia no es mala ni “son un código muy chapucero”. Precisamente estar en la dinámica de trabajo de esos proyectos es parte del modelo de negocio libre. “cuantos clientes te piden una modificación, que es con lo que se gana dinero, según los fans del software libre” bueno, yo como no soy fan no me doy por aludido pero te garantizo que las modificaciones de código no son la clave ni la base de dinero del mercado libre, sino una ventaja asociada.
5.- Condiciones para publicar en el Android Market (fuente: http://schezard.xtreemhost.com/blog/blogs/index.php/2010/03/17/tutorial-5-publicar-en-android-market-tus-aplicaciones) :
• «Es de pago (18 euros por publicar), y hay que sopesar mucho si nuestra aplicación puede merecer la pena ser publicada, aunque siempre puedes buscar alternativas, como pedirle a alguien que publique vuestra aplicación.
• A la hora de publicar un contenido estas aceptando las condiciones legales de Android Market, entre ellas está hacerte responsable de los posibles daños que produzca tu aplicación (hay que estar seguro de que lo que hemos realizado funciona bien). Y yo añado, no es malware.
• La gente espera un mínimo de funcionalidad en lo que se encuentra en Market, luego hay que repasar otra vez si lo que hemos realizado funciona correctamente.»
Creo que este es el primer comentario sobre otro comentario en mi blog. Espero que no sea el último.
Gracias a todos por contribuir al debate. Poco más me queda por decir a mí.
Gracias a tí, Fernando por la mentalidad crítica que al final nos enriquece a todos.
Estoy totalmente de acuerdo contigo Fernando. Colaboro con una empresa danesa de software que ofrece un ERP en entorno web bajo tecnología SAAS (software as a service) por 19€ al mes quien puede negar que esto no es software libre?
Los 19€ al mes te dan acceso a la aplicación, copias de seguridad, más de 100 videos de ayuda, tutoriales, presentaciones de producto y lo que es más importante la S de service ya que tienes servicio de atención al cliente permanente para resolver todas las dudas, ayudarte en la importación de balances, ficheros, ……..
Quien crea que el software es libre es un iluso. Desde luego apuesto por el cloud computing o SAAS como tecnología de futuro ya que es un precio razonable y te garantizan el servicio.
http://www.e-conomic.es
Gracias por tu comentario Carlos. Durante un tiempo pensé que era la última empresa de software «no libre» del mundo.
Creo que una de las claves está justo al final de tu comentario: «… te garantizan el servicio».
Llevo años, más de 20, usando este argumento de venta con mis clientes: nos pagas una cuota mensual y si no te atendemos (en sentido amplio) bien, dejas de pagar. Ya nos preocuparemos nosotros de atenderte bien, por la cuenta que nos trae.
Con el software «abierto» se pierde esa responsabilidad, tan clara cuando compras, o alquilas, un producto a una empresa «concreta» que lo ha creado, instalado y mantiene.
hola, yo trabajo de diseñador grafico, y los programas de mi oficio cayeron en el monopolio de Adobe, lo curioso es que esto es beneficioso para nuestro oficio, ya que al ser comprados todos los programas por esta compañia(en video after effects y premier, los ex macromedia dreamweaver flash y fireworks, y el pilar de adobe: illustrator y el archiconocido photoshop ademas de editores de sonido el acrobat etc etc), garantiza compatibilidad entre todos los formatos y que al trabajar en equipo y compartir archivos todos usamos los mismos standares, lo cual agiliza enormemente el trabajo. Se puede exportar un archivo con capas de photoshop a flash a illustrator etc…ademas los programas son realmente buenos y eficientes para nuestro labor.
A lo que voy, me han dicho que en linux no puedo usar photoshop, pero tengo alternativas geniales como el gimp que son libres y por eso recomendables, tal vez sirva para un floggero que quiera retocar su fotito en el fotolog de los viernes, pero profesionalmente, no tengo una sola razon valida para pasarme a una nueva interfaz que no me agiliza ni es «pariente» de los otros programas con otros formatos. No lo comprendo el fundamentalismo de ciertos fans, tal vez piensan que todo el mundo usa las computadoras para hacer lo mismo.
Totalmente de acuerdo. Está claro que el monopolio puede ser muy peligroso si la empresa lo aprovecha para imponer sus decisiones o cobrar abusivamente.
Pero lo que también está claro es que los estándares son muy beneficiosos para todos y ayudan mucho a desarrollar una industria.
Gracías por tu comentario.
Entiendo perfectamente lo del «premio seguro». Le invito a participar a debatir en:
http://discusionsl.wordpress.com/
Es curioso, pero quienes trabajamos en el sector de la tecnología informática en el ámbito privado recibimos lecciones de estudiantes y funcionarios públicos.
Peor aún que los estudiantes o funcionarios son los políticos que deciden que determinadas opciones son las mejores, simplemente porque les parecen más «progresistas» o simplemente atractivas a sus votantes. Esto es así, lamentablemente.
Una buena discusión «técnica» siempre es bienvenida, pero los «comisarios políticos» de algunas AAPP no entran en estas discusiones. Simplemente ellos son poseedores de «la Verdad» y no hay más que hablar.
Gracias por tu comentario.