(Relato de ficción de verano)
Derrotado por la tecnología
Pedro miró el reloj por vigésima vez. Ya casi eran las 9 de la noche y a estas horas debería estar sentado en su casa, relajado, y no en su despacho, delante de la odiosa pantalla del ordenador.
Y lo peor es que no sabía cuánto tiempo iba a necesitar para enviar de una vez el maldito documento a la Agencia Tributaria con la mucho más maldita firma digital que se escondía en algún recoveco del siempre odiado ordenador. Llevaba toda la tarde luchando con mensajes que no entendía, con textos de ayuda que parecían escritos por ingenieros de la NASA y con páginas Web que parecían reírse de él.
Se levantó a estirar las piernas y dio un paseo por su despacho. Había un desorden bastante evidente. No es que hubiera papeles por todas partes, es que había montañas de papeles por todas partes. Todas. En las mesas, en las estanterías, junto a la fotocopiadora, encima de algunas sillas. ¿Cómo había llegado a esta situación?
25 años atrás las cosas iban mucho mejor. Después de unos años aprendiendo en la gestoría de un amigo de su padre, se había decidido a montarse por su cuenta. Tenía varias clientes, una buena formación como licenciado en Derecho, experiencia gestionando los documentos de varias empresas de la ciudad… Era el momento de dar el paso adelante, y lo dio.
Unas oficinas modernas. Un par de ayudantes y una secretaria. (más…)
Read Full Post »