Hace ya tres años que no escribía ningún post en el blog, básicamente por dos motivos.
1.- Ya he contado casi todo lo que podía contar sobre gestión documental (no hay más que recorrer la lista de posts para comprobarlo).
2.- La gestión documental se ha «popularizado». Ha pasado de ser una «apuesta tecnológica de futuro», a ser una tecnología madura, conocida, presente en casi cualquier empresa. Esto, desde mi punto de vista de programador, implica que ha perdido gran parte de su atractivo. Ya no es un «reto». Ni desarrollar productos relacionados, ni siquiera promover su difusión. Está en todas partes.
Aunque en el título del blog se indica claramente que es para «gente normal», en el sentido de que siempre he buscado que los productos que desarrollo en mi empresa (programas de ordenador) sean sencillos de usar, eso no quiere decir que «internamente» sean sencillos. Al contrario. Siempre he buscado crear productos sofisticados con el doble objetivo de resolver problemas complejos al mismo tiempo que resultasen sencillos de utilizar por cualquier usuario.
Cuando desarrollamos ArchivaTech (nuestro software de gestión documental) hace 16 años, tenía estas características. Y en las demostraciones quedaba patente. Salvo contadas excepciones, la reacción siempre era muy positiva porque era un software muy sencillo de usar que resolvía un problema (entonces) complejo. Al menos de una forma mucho más sencillo que la mayoría de los competidores.
Desde hace unos años todo eso ha cambiado y ese fue el motivo principal de dejar de escribir en este blog.
¿Porqué devolverlo a la vida, entonces?
Porque tengo un nuevo producto, un nuevo reto, una nueva tecnología que compartir con todos vosotros. Un programa informático que, a diferencia de ArchivaTech, resuelve de una forma eficaz un problema que parecía no tener solución.
Después de 4 años de desarrollo, al salir al mercado (al empezar a enseñarlo a posibles clientes), nos encontramos con una situación que no recordaba en más de 15 ó 20 años. Teníamos un software que prácticamente no tiene competidores, en un mercado enorme, casi virgen. ¿Cómo es posible?
De hecho, en muchas visitas a clientes potenciales el comentario habitual ha sido: «no usamos este tipo de productos porque sabemos que no existen, que es una tarea imposible».
¡Este sí es un reto! No hay nada que me guste más que oír que el software que acabo de desarrollar no puede existir, que es demasiado difícil para un ordenador.
Ahora, que ya llevamos más de 4 años de desarrollo, 1 de pruebas con clientes «beta» y ya más de 30 instalaciones operativas, creo que ha llegado el momento de retomar este blog y contaros lo que he estado haciendo.
En resumen: aplicar inteligencia artificial, concretamente procesamiento de lenguaje natural, para analizar FACTURAS y generar el asiento contable a partir de una imagen en pdf (o cualquier otro formato).
Nada más, y nada menos.
¿No te parece mucho? Piensa en la variedad casi infinita de facturas que maneja una empresa. Diferentes tamaños, páginas, disposición de los datos… Las combinaciones son casi infinitas.
Y la mayoría de los contables de todo el mundo, ¿qué hacen? Copian a mano los datos del proveedor, la fecha, el número, las bases sujetas, IVA… y generan los asientos contables.
¡Igual que hace 100 años!
En las próximas semanas os contaré más detalles y porqué es tan difícil resolver este problema que, además, tiene mucha relación con la transformación digital de la empresa, esta nueva «moda» que engloba, por supuesto, a la gestión documental.
Empecemos, pues, esta nueva etapa.
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