Hoy me he entretenido en una discusión sobre el software libre en un periódico on-line. Ya sé que no tiene sentido, que acabas discutiendo con descerebrados y que hay muchas posibilidades de que termines cabreado con un desconocido. Es un viejo tópico: «No discutas con un imbécil porque acabas en su terreno y ahí tiene ventaja».
Pero el título del artículo me ha enfadado tanto que me he dejado llevar y he enviado un comentario. Rápidamente contestado con acritud por la siempre vigilante comunidad de defensores del software libre, que como bien sabe todo el mundo, es más una secta que un grupo de tecnólogos. Aunque lo mismo se puede decir de los fans de Apple 🙂
Bromas aparte (tengo grandes amigos aficionados al Linux y no quiero que se enfaden), decía que el título no me ha dejado indeferente. Dice así: «¿Cómo sería nuestra vida si todo el software del mundo fuese libre?»
Pues un desastre. Está claro. No habría iPhones ni iPads (el paradigma de los sistemas propietarios). No habría PowerPoint ni Excel ni Word (formatos estándar con los que todos intercambiamos documentos a diario), no habría un sistema operativo sino 20, 30 ó 50 y el intercambio de datos sería un caos.
Si los desarrolladores de software no ganasen dinero y, lo que es más importante, si no tuviese la expectativa de ganar mucho dinero haciendo un nuevo programa diferente a los que ya hay, innovador, revolucionario… sin la motivación de obtener un premio, el mundo sería mucho peor.
Y esta es una discusión que ya está resuelta. Tuvimos la respuesta a esta questión cuando cayó el comunismo. Lo que mueve el desarrollo tecnológico, lo que motiva a personas y empresas a innovar, a superar nuevos retos, es el «premio» en forma de reconocimiento económico (a veces también académico, vale). Ya sé que estoy simplificando mucho, pero básicamente esto es así. Vamos a trabajar todos los días porque nos pagan. Si no, nos quedaríamos en casa viendo la televisión.
¿Tiene todo esto algo que ver con la gestión documental? Mucho.
Hay programas de gestión documental que se pueden instalar gratuitamente. Software «libre», que no gratis. Hay empresas que los desarrollan y hay otras, muchas, que los instalan. En el otro extremo, empresas como la mía venden la licencia de uso o cobran por utilizar el software, desarrollado por nosotros.
Son dos modelos de negocio. Unos parece que están salvando el mundo (los del software libre) y otros somos los «malos», los que cobramos por nuestro trabajo. En realidad no somos tan diferentes, pero algunos se empeñan en que lo parezca.
Lo curioso es que, cuando una empresa decide instalar un programa de gestión documental, el coste de la licencia llega a ser casi irrelevante. Es mucho más costoso el trabajo de instalación, configuración inicial, formación de los usuarios y soporte técnico a lo largo de la vida útil del software. Y si añadimos a la lista el coste de digitalizar un archivo con 200 ó 300 mil documentos, la parte correspondiente a la licencia es muy pequeña.
Lo importante es el total, no una parte. Y, sin embargo, los defensores del software libre, como el que ha escrito el artículo que mencionaba al principio, insisten en que el software libre va a salvar al Mundo y liberarnos de los opresores capitalistas que solo piensan en llenarse los bolsillos de dinero. Es absurdo, pero es así.
Y si no lo crees, solo tienes que leer los comentarios de los lectores. Solo les falta pegarme un puñetazo… por querer cobrar por mi trabajo.
NOTA: este artículo no es tan serio como parece. Es una reflexión en voz alta pero al leerlo puede parecer que le doy más importancia a esta discusión de la que realmente tiene. Le he dado un toque un tanto dramático, pero no es para tanto. Hay para todos: para el software libre, para el propietario y para cualquier tipo de negocio. Lo importante es hacer un buen producto. Y estas polémicas son intrascendentes, y a veces divertidas.
Hola Fernando, antes que nada quiero decirte leo tu blog desde hace tiempo y aprendo bastante con tus artículos. Gracias y enhorabuena. Aparte de eso también te digo que me meto en un berenjenal por entrar en la más que caduca y manida discusión Software Libre vs Propietario y sobre todo teniendo en cuenta tu nota al final del artículo. No sé a qué artículo te refieres ya que no hay referencias (o no las veo en tu artículo). Pero es que, desde mi punto de vista, da la sensación de que te lías y puede que líes a quien te lee (perdona si te he malinterpretado). Incluyes conceptos como gratis, no cobrar, comunismo, recompensa y suena todo un batiburrillo de cosas que pueden alejar al lector del fondo del asunto. Ojo, que es tu blog, tu opinión y puedes escribir lo que quieras, faltaría más. Pero también parece que los que estamos a favor del Software Libre somos unos talibanes, y yo creo que «ni calvo ni tres pelucas» y claro que hay talibanes en este lado de la «fuerza» como los hay en el otro lado. No te quepa duda que el mundo es mejor gracias al Software Libre, pero no por el Software Libre en si mismo, si no por lo que significa, por tener a gente compartiendo conocimiento interesada o desinteresadamente, es un movimiento quizá más romántico-colaborativo que tecnológico si me permites la expresión, pero funciona desde hace muchísimos años y encima, sí, te da de comer. Recuerda que gracias al Software Libre se ha podido crear mucho software propietario, de muy buena calidad y no tan buena pero también beneficiar a muchísimas empresas conocidas como Microsoft, Apple u Oracle y empresas desconocidas de todos los tamaños. También con la etiqueta del software libre se han gastado enormes cantidades de dinero que se ha tirado por el retrete (por ejemplo distribuciones Linux *ex, proyectos carísimos sin sentido y demás barbaridades que se hacían sólo por que sonaba «cool» y había pasta de sobra). Efectivamente son modelos diferentes pero coexisten y pienso que coexistirán durante mucho tiempo y cuanto más capaces seamos de reducir esa brecha entre lo blanco y lo negro mejor funcionarán nuestros negocios. Hay que aprovecharse de lo mejor de ambos mundos, aprovechar las sinergias. Esto es negocio y pero también es una pasión para muchos de nosotros, por eso nos enzarzamos con estas discusiones que espero que veas sana por mi parte. Aunque no vivo en Granada, me encantaría tener la oportunidad algún día de seguir esta conversación con una Alhambra en la mano y estoy seguro que tu forma de ver el Software Libre cambiaría, o al menos nos echamos unas risas discutiendo. Un saludo!
Hola Toni. Gracias por tu comentario. Aunque te suene raro, lo comparto en su mayor parte.
Estoy seguro de que seguirán coexistiendo y tampoco dudo de la aportación que hacen al «desarrollo del Mundo», al igual que el software propietario. Como yo mismo, cuando instalo mi programa de gestión documental en un Ayuntamiento y les ayudo a ahorrar en papel, y en tiempo.
Mis problemas con el software libre son variados y casi siempre con aspectos secundarios o laterales.
Escribí el último post después de leer en elconfidencial.com un comentario en el que decía un pollo que «piratear no es robar porque no le quitas el software al dueño, solo haces una copia». Un razonamiento alucinante que te permitiría ir al cine gratis, a un partido de futbol, a un concierto… o alquilar gratis cualquier producto. Solo con devolverlo al final, estás a salvo.
Con razonamientos como éste, la cultura del gratis total está machacando la cultura, el cine, la música…
Ya sé que estoy mezclando temas distintos. Pero el problema es que la gente lo hace. Porque les interesa. Y lo que para algunos es un proyecto de cooperación, de desarrollo desinteresado… para otros es un «todo vale, mientras pueda copiarlo tengo derecho a hacerlo».
No odio el software libre pero si determinados usos que se hace de su «filosofía» por algunos.
Y tomo nota de la cerveza. Cuando quieras, si vienes por Granada.
Y si vives en Madrid, podemos coincidir allí algún día también.
Un saludo.
Efectivamente Fernando, hay gente para todo! Dados esos comentarios que leíste, estoy de acuerdo con tus observaciones. Vivo en Estados Unidos pero soy de Alfacar 😉 Saludos!